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Vislumbrando el milagro colombiano

lunes, octubre 03, 2005

Lo que hay detrás de los mitos

Ya es casi una broma oír una y otra vez lo mismo: el huracán demostró que en EE UU existe una población miserable que ni siquiera tiene acceso a un automóvil. Por eso muchos no pudieron salir de la ciudad a pesar de las advertencias.

¡Maldita desigualdad!
Es el retorno al tema de mi post anterior, a la terrible condición del colombiano. ¿Qué hacen cuando en una familia un niño corre los cien metros a un nivel casi profesional? ¿Van a regañar al padre porque el hermanito sólo corre como un niño común y corriente?
______Porque es el problema, la protesta porque no todos sean ricos en EE UU hace suponer que hay algún país de ese tamaño en el que todos son ricos. Ya sé, lo que no les gusta es la desigualdad. Eso los saca de sus casillas.

El corazón justiciero en el mejor de los paraísos posibles
Claro que casi todas esas personas tienen carro y servicio doméstico, y en su sueño igualitario tiene que haber naturalmente un derecho de todos, consagrado ojalá en la Constitución, a tener su carro y su servicio doméstico. ¡Que hasta el servicio tenga servicio!
______Bueno, aquí vivimos en un mundo casi virtual en el que sólo circulan opiniones, por eso yo ni siquiera me indigno con esta clase de gente. Es como saber que hay violadores de niños, los aborrecemos con todas nuestras fuerzas, pero dedicamos nuestros escritos a cosas en las que podemos influir. ¡Por ejemplo, escribiríamos diatribas muy violentas contra quien nos hablara de la violación de niños como algo muy bonito y admirable!
______Por eso mismo lo que me desespera a mí ni siquiera son esos millones de colombianos (todos los que tienen carro y servicio doméstico) que “razonan” así, porque ya sé que existen y son el problema. Lo que no soporto es que haya quien siga viendo un lugar poblado por chusma de ese estilo como el paraíso. Eso es equivalente a hablar en términos elogiosos de la violación de niños.

El origen de la riqueza
Y es que un muladar hediondo semejante tiene que tener todavía cosas más horribles, como por ejemplo que las personas que tienen automóvil y aun grandes fortunas en EE UU los han conseguido normalmente trabajando, mientras que en Colombia esas cosas están en manos de quienes no trabajan sino protestan. Es algo muy fácil de demostrar: EE UU exporta computadores, sistemas informáticos, películas, libros, maquinaria, etc., o bien productos agrícolas. Mientras que Colombia exporta materias primas. Lo que producen esas materias primas termina en manos de una minoría: exactamente, del primero al último, en manos de quienes denuncian a EE UU porque no todos allá tienen automóvil.

La triste verdad
Pero hay algo todavía más importante, algo que sí debería hacernos pensar. Esas desigualdades se suelen achacar al neoliberalismo, al capitalismo salvaje, a la libertad de las zorras en el gallinero. ¿Qué se podría hacer para que esas personas miserables tuvieran acceso al bienestar? Obviamente, nuestros filántropos decretistas exigirían que el Estado garantizara sus derechos, ¡que los pobres tuvieran una renta básica! Es lo que propone para Colombia el señor Navarro, candidato del Polo Democrático.
______Pero es que... ¡Ay, por favor! Pero es que eso es precisamente lo que pasa, que dentro de las políticas keynesianas se desarrollaron programas de ayuda para los pobres que a la larga sólo son el cebo que los mantiene condenados a la pobreza. Lo que ha generado esa miseria en Nueva Orleans es precisamente la aplicación de lo que proponen los doctores colombianos, con la diferencia de que ese país rico puede permitirse ese despilfarro, mientras que en Colombia los programas de ayuda terminan sirviendo para crear más puestos superfluos para los amigos de los gobernantes, desalentando el consumo, arruinando a los contribuyentes productivos y quitando oportunidades a la gente pobre.
______Es fácil: el que tenga algún interés en averiguarlo (por ejemplo leyendo a Thomas Sowell) verá que la situación de las familias negras estadounidenses fue mejorando hasta que en los años sesenta se generalizó la ayuda, la conversión de los pobres en mendigos, la limosna a cambio de votos, etc. ¿O no es raro que la gente se quiera ir a un país en el que hay tanta desigualdad? ¿O es que los inmigrantes mulatos de República Dominicana, Haití, Cuba y otros países no mejoran su situación en ese país?